En estos días de tanto cambio,
en los que cada uno de nosotros se ha visto separado por las diversas posturas concernientes
al tema de la independencia de Cataluña y al profundo sentimiento de
nacionalismo (y que traen como consecuencia unas malas prácticas y desdeñables
sentimientos de odio hacia el que tiene una opinión distinta, aparte de un
comportamiento estúpido y censurable) hoy vengo a traeros, desde mi indignación
personal, las consecuencias desastrosas que traen unos sentimientos primitivos
cuando se mezcla las posturas políticas y nacionalistas de las personas.
Este es el resultado cuando
se unen el extremismo ideológico y el desconocimiento de la palabra “autista”