Antes de
empezar a hablar de este tema, me gustaría decir, que todos los conceptos que
voy a emplear aquí han sido fruto de mucha comparación e investigación por mi
parte y de una posterior conclusión en base a estos pero que EN NINGÚN MOMENTO ASEGURO
ESTAR EN POSESIÓN ABSOLUTA DE LA VERDAD
ya que lo que pretendo iniciar aquí es un debate, que la gente se
plantee todas estas cosas y que llegue a su propia conclusión.
Por
supuesto me encantaría saber vuestra opinión y razones, ya que solamente en
base a estas podremos llegar a una conclusión satisfactoria para todos. Estoy
abierta a cualquier tipo de diálogo y/o corrección ya que no considero QUE HAYA RESPUESTAS INCORRECTAS SIEMPRE Y
CUANDO VENGAN DESDE EL RESPETO Y LA INCUSIÓN.
Dicho esto…
Seguramente
os preguntareis el por qué de este artículo.
Pues bien,
todo este tema surgió a raíz de uno de mis post mas exitosos, la entrevista a
Carmen Márquez. Uno de los comentarios
que alguien me puso en el, me decía que,
términos como “persona con autismo” eran considerados ofensivos fuera de
España y que utilizarlos aquí eran
bastante comunes. Yo naturalmente al leer todo eso, me extrañé mucho, ya que
los referentes que tenía, basándonos en documentos oficiales, forma de
expresarse de profesionales en instituciones sobre TEA y por supuesto, nuestra
propia percepción como colectivo autista, me revelaban lo contrario.
SIN
EMBARGO aún a pesar de esto, no
conseguía quitarme la duda de la cabeza y pensaba … ¿y si en verdad esa persona
tenía razón? Es por ello que me puse a investigar, pero no con cosas de dentro
de España, porque esas ya las conocía, sino de fuera de ella, como explicaré
mas adelante.
Ahora
después de todo este esfuerzo de investigación puedo reconocer desde mi
humildad que estaba equivocada.
Empecemos
por el principio …
Documentos
oficiales e instituciones
Lo primero
que fui a consultar fueron los documentos oficiales y la opinión de
profesionales de instituciones oficiales dedicadas a la representación de las
persona TEA . Aquí me encontré con la GUÍA OFICIAL DEL AUTISMO EN LECTURA
FÁCIL cuyo enlace podéis consultar al final
del artículo.
Esta
especifica claramente que hay que emplear el término “persona con autismo”
antes que autista por que ante todo, hay que reconocer la condición de persona
antes de la diversidad, SIENDO ESTA ÚLTIMA UN AÑADIDO DE PERSONA en cuyo punto
incidiré mas adelante. Según esto el término “autista” resulta ofensivo y
discriminatorio.
La
problemática que ví a esto es que esta guía, A PESAR DE SER LA VIGENTE HOY EN
DÍA, está desfasada y no refleja la realidad desde hace varios años.
Lo
siguiente que comprobé fue que opinaban al respecto las instituciones que
luchan por los derechos de las persona TEA o que trabajan con ellos. El ejemplo que ví es el de la página web de Specialisterne ( aunque hay muchos mas) que relata un poco
mas esta problemática. Y es que cuando hablamos de autismo las personas
autistas lo consideramos como UNA PARTE INTRÍNSECA DE NUESTRO SER Y NO COMO
ALGO PEYORATIVO O QUE DEBAMOS AVERGONZARNOS DE UTILIZARLO, ES DECIR RECLAMAMOS
EL TÉRMINO AUTISTA COMO UNA REALIDAD (en esto incidiré mas adelante) . El
problema de esta postura es que no es NO ESTÁ DESARROLLADA EN ESPAÑA POR NO
TENER UNA PLATAFORMA DE AUTOREPRESENTACIÓN OFICIAL QUE DECIDA Y PREVALEZCA POR ENCIMA DE LAS
INSTITUCIONES. Es por ello que esto ES ALGO QUE NO SE HA ACEPTADO COMO
UNIVERSAL.
Posturas
internacionales y la ASAN
Ya que en
España no encontraba lo que iba buscando decidí mirar en el extranjero. Y lo
primero que ví y encontré la respuesta a lo que buscaba fue en la ASAN.
Esta fue realmente
la pieza que equilibró la balanza:
El término
“persona con autismo” reduce la
condición de autista dejándose en un segundo lugar por considerarse peyorativo.
Pero la realidad es que ser autista es algo de lo que nosotros los autistas,
estamos orgullosos de ser. Al utilizar el término mas correcto e inclusivo para
nosotros “persona autista/TEA/asperger” NO SOLO RECLAMAMOS EL BUEN SIGNIFICADO
CONNOTATIVO DE ESTOS TÉRMINOS SINO QUE ACEPTAMOS QUE NUESTRA CONDICIÓN ES TAN
BUENA Y TAN VÁLIDA QUE MERECE ESTAR A LA MISMA ALTURA QUE LA PALABRA PERSONA EN IGUALDAD DE
CONDICIONES.
la pieza
que faltaba en todo esto es que, mientras que la ASAN ES UNA PLATAFORMA DE
AUTOREPRESENTACION DEL AUTISMO SOMOS NOSOTROS LOS QUE HEMOS DECIDIDO COMO
QUEREMOS REPRESENTARNOS, y hasta que no
haya en el resto del mundo una plataforma de autorepresentación por las personas
de ese propio colectivo, que sea oficial y sus decisiones prevalezcan por encima
de la opinión de las instituciones, seguiremos teniendo que depender (como
hemos podido comprobar que sucede en España) de lo que digan terceras personas
que se han arrogado el derecho de decidir por nosotros, como bien expliqué en mi anterior artículo "¿qué es lo que se espera de nosotros?" que podeís consultar en el blog.
ES POR
ELLO QUE YO A PARTIR DE AHORA UTILIZARÉ LOS TÉRMINOS DE PERSONA TEA PARA
REFERIRME A GENTE COMO YO PROCURANDO CON MI POSTURA MODIFICAR UN CAMBIO EN LA
SOCIEDAD Y NUESTRA VISIBILIDAD.
Esta
problemática no solo surge con la palabra autismo sino también con personas
asperger como yo.
El término
“aspie”
La palabra
“aspie” se utiliza para referirnos a personas asperger pero la sociedad utiliza
este término para referirse de manera “cariñosa” y menos estigmatizada a los mismos.
Esto hace
una vez mas que no se tenga en cuenta nuestra opinión y SE UTILICE ESTE TÉRMINO
INDEBIDAMENTE.
Yo como
asperger si puedo auto-llamarme “aspie”
o a alguien que forme parte de mi grupo
pero una persona externa a el, como un neurotípico, no, dado que es discriminatorio porque no está en mi grupo.
Y sin embargo, aunque con buenas intenciones, profesionales de instituciones
nos llaman así, pero eso es un error, ya que NOSOTROS UTILIZAMOS ESTE TÉRMINO
PARA PROCURAR UNA MAYOR INCLUSIÓN ENTRE NOSOTROS DADO QUE SE TRATA DE UN TÉRMINO
COLOQUIAL, QUE AL ESTAR UTILIZADO POR PERSONAS AJENAS PROVOCA UN EFECTO DE
BURLA E INFANTILIZACIÓN DE NOSOTROS EN LA SOCIEDAD.
¿Y las
personas con diversidad funcional?
Todas
estas reglas que he mencionado antes no se aplican a la hora de hablar de
personas con diversidad.
Si nos
vamos a los documentos oficiales vemos que en España, desde el 2007 se debe
utilizar en textos normativos el uso de “persona con discapacidad” según la Ley
39/2006, de 14 diciembre de Promoción de la Autonomía Personal y Atención a las
personas en situación de dependencia. El
término “discapacitado” es considerado ofensivo y discriminatorio porque en el
campo de la diversidad intervienen todas aquellas personas que la tienen, desde
los autistas hasta los sordomudos, ciegos… es decir, NO PUEDEN APLICARSE LOS
MISMOS PRINCIPIOS QUE CON LAS PERSONAS AUTISTAS, PORQUE ESTÁN ENGLOBANDO MUCHOS
OTROS GRUPOS CON CARACTERÍSTICAS DIFERENTES ENTRE ELLOS, de modo que en este
caso PREVALECE LA UNIVERSALIDAD PARA REFFERIRSE A UN COLECTIVO COMÚN.
Sin
embargo, según las propias personas con discapacidad, siguiendo parámetros de
autorepresentación y autogestión, nos parece mas inclusivo y respetuoso que se
refieran a nosotros como “personas con diversidad funcional” ya que EL TÉRMINO “DIVERSIDAD” NO IMPLICA QUE “NO SEAS
CAPAZ” SINO QUE RECONOCE QUE TODAS LAS PERSONAS
SOMOS DIVERSAS Y HAY VARIEDAD EN LA
SOCIEDAD.
Me gustaría recalcar una de las ideas principales:
ES EL DERECHO EXCLUSIVO DE UN GRUPO EL DECIDIR SOBRE
SÍ MISMO, SEA EN EL LENGUAJE O EN CUALQUIER OTRO ASPECTO DE SU VIDA.
aquí os dejo colgados los enlaces mencionados antes:
muy interesante y reivindicativo, es cierto que hay que cuidar mucho los adjetivos a la hora de referirse al asperger y al autismo ya que puede haber mucho prejuicio o malentendido
ResponderEliminarAun estoy acostumbrandome a usar un lenguaje inclusivo (digo discapacitado demasiado aun) pero merece la lena el esfuerzo para lograr que podamos hanblar entre todos con respeto.
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